Comentario mensual
Madrid, 10 de enero 2023
Estimado partícipe,
Cerramos en diciembre un año histórico en lo negativo. El comportamiento de todos los activos susceptibles de inversión pocas veces en la historia ha confluido hacia el deterioro de rentabilidades que se ha producido. Ha sido el peor año para la renta fija al haber experimentado un repunte de rentabilidades, con una pendiente nunca vista en las economías desarrolladas. Esta circunstancia ha provocado pérdidas históricas en los fondos de renta fija.
En los mercados de renta variable también se han producido notables caídas, pero no han cerrado en los mínimos que habíamos alcanzado este año.
Consecuencia de lo anterior, los fondos que tenían una exposición mixta a renta fija y renta variable han tenido, probablemente, el peor año.
Las razones que explican esta situación vivida en 2022 hay que buscarlas en la complacencia que durante una década han tenido los Bancos Centrales facilitando un dinero barato, con tipos 0 o negativos y el súbito e inesperado repunte de la inflación por causas económicas y geopolíticas como el conflicto de Ucrania, con el encarecimiento de las materias primas y el efecto dominó generado por estas.
El repunte de precios no tiene un origen común en Europa y Estados Unidos ya que, mientras en la primera es un problema de oferta (encarecimiento de las materias primas energéticas), en Norteamérica viene por el lado de la demanda con un aumento de los costes laborales, encarecimiento del mercado inmobiliario y un aumento del consumo sostenido.
Ante esta divergencia en la génesis del proceso inflacionario la FED y el BCE han reaccionado con fuerza, aunque con diferente timing, elevando considerablemente el precio del dinero. Como no podía ser de otra manera, los mercados de valores reaccionaron de manera negativa ya que este aumento de tipos de interés tiene un objetivo claro: controlar la inflación y llevarla a niveles objetivo cercanos al 2%.
Como es lógico, en un horizonte en el que los costes financieros se disparan y los consumidores comienzan a ralentizar las compras, las compañías se ven afectadas en su línea de flotación, costes e ingresos, con el deterioro potencial de los márgenes
El problema no radica en los resultados empresariales del año 2022, los cuales se han podido ir salvando, la cuestión se centra en las perspectivas que trasladen las compañías para el año 2023.
¿Cuáles serán las claves para el año 2023?
Hay una serie de factores que influirán definitivamente en los mercados de renta fija y renta variable, aunque la mayor parte de ellos ya se han visto reflejados en las cotizaciones de los activos durante el año 2022:
- El conflicto bélico en Ucrania: De su resolución estarán pendientes los mercados de materias primas. Geográficamente, es Europa el continente más afectado por su proximidad al conflicto y su gran dependencia energética.
- Reapertura de China: La política de Covid-Cero llevada a cabo por el gobierno de Xi Jinping ha contraído notablemente su economía y como correa de transmisión ha afectado al resto del planeta. Si la reciente apertura emprendida por las autoridades chinas (aún a riesgo de colapso hospitalario) no tiene marcha atrás, afectará muy positivamente tanto el factor de producción como al de consumo. No hay que olvidar que China es un mercado con un número de consumidores potenciales tan importante para las compañías como Europa o Norteamérica. Especialmente importante para automovilísticas, tecnológicas, lujo y energéticas.
- Política de tipos de interés de los Bancos Centrales: Las autoridades monetarias van a estar muy pendientes de los diferentes indicadores macroeconómicos (consumo, empleo, costes laborales, sentimiento empresarial, ventas minoristas) y especialmente la Inflación. En los últimos meses del año han ido remitiendo los niveles de precios y los bancos centrales han mitigado la intensidad de subida de tipos y su mensaje.
- Resultados empresariales: A mediados del mes de enero comenzarán a conocerse los primeros resultados de las compañías correspondientes a 2022. Lo que tendrá más trascendencia serán las perspectivas que trasladen a los inversores para 2023. Previsiones de ventas, beneficios y dividendos. Estos datos moverán indudablemente las cotizaciones de las compañías.
Mercados Financieros.
Como señalábamos en nuestra carta del mes pasado, en los mercados de renta variable muy probablemente hayamos visto los mínimos de cotizaciones el año pasado. Sin embargo, esto no es garantía de que no vayamos a volver a ver tensiones derivadas de los factores que hemos expuesto anteriormente y de algún cisne negro o suceso inesperado que pueda aparecer en el horizonte., pero sin acercarnos a esos mínimos mencionados
El buen comienzo del año, especialmente en Europa, resta potencial a la subida y los índices se empiezan a encontrar con resistencias fuertes.
En el gráfico adjunto se puede explicar cómo, ante un escenario de recesión potencial, los mercados se anticipan y pueden experimentar subidas ya que están contemplando un escenario más positivo, Los mínimos de los mercados no suelen coincidir con los mínimos de la situación económica.
Fuente: Capital Group
Este año creemos que la renta variable se verá beneficiada claramente si la política de tipos de los bancos centrales consigue contener los precios y paran el ritmo de subidas a mitad de año.
En ese caso, probablemente las compañías Growth, como las tecnológicas, tan castigadas en 2022, pueden volver a centrar el interés de los inversores.
Los mercados de renta fija también continuarán, previsiblemente, acaparando el interés de los inversores. Con una inflación a la baja o contenida, los actuales niveles tipos de interés, tanto a corto como a largo plazo, en Gobiernos y, especialmente en Corporativos, serán una gran oportunidad de inversión ya que la tendencia de tipos será a la baja.
En síntesis, el año 2023 podría ser, a pesar de los vientos de recesión que soplan en la economía global, un buen año para los mercados de renta variable y para tomar posiciones en renta fija, principalmente vía fondos.
Para los inversores que deseen una combinación de ambos niveles de riesgo, los fondos mixtos, tan castigados en 2022 podrían ser una muy buena opción.
0 comentarios