El periódico CincoDías publicó el pasado 5 de septiembre una tribuna escrita por Lucas Maruri, gestor de Renta Variable de Gesconsult, en la que reflexiona sobre la importancia de la duración de las acciones y la sensibilidad que tienen los valores a variaciones en los tipos de interés.
Para ello Lucas, se centra en explicar la siguiente afirmación: “El valor de un activo financiero es el valor presente de los flujos de efectivo que va a generar en el futuro. Si estamos de acuerdo en esta premisa, coincidiremos también en que entonces el valor dependerá de (1) la magnitud y el momento en el que se producirán dichos flujos, y de (2) utilizar una tasa de descuento apropiada para descontarlos al presente.”
Una vez explicado este concepto, Lucas lo lleva al terreno de la Renta Variable: “El valor de una compañía, como activo financiero que es, reside en los flujos de caja que se retornarán a sus accionistas en el futuro. Para traer a valor presente esos flujos, también será de gran importancia la tasa de descuento aplicada. Sin embargo, los flujos aquí no son fijos, dependen de la evolución del negocio. Por ello también serán decisivas otras dos variables: el ritmo de crecimiento de los flujos y el retorno que con ellos se obtenga sobre el coste del capital”.
Como conclusión, “Ahora podemos comprender que las compañías tecnológicas, concesionarias de infraestructuras o aquellas que tengan un perfil de alto crecimiento de sus flujos y alto retorno de los mismos sobre el coste del capital son inversiones de duración larga. Son ellas las que mayor sensibilidad tienen a los cambios en los tipos de interés a la hora de calcular su valoración. Entonces, no es de extrañar que, dentro del contexto actual de tipos ultrabajos y exceso de liquidez, estas compañías coticen a múltiplos muy superiores de lo que solían hacerlo”.
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